S.O.S. AL MUNDO: ¡Represión total en Honduras!
La dictadura ha llegado al colmo: ha decido quien vive y quien no en Honduras; las muertes de los hondureños suman sólo en la marcha al menos una diaria y no hay registros que precisen las muertes que han ocurrido en los últimos días en que se ha recrudecido la represión; hasta antes del retorno del Presidente Zelaya, 21 de septiembre, se habían registrado 101 asesinatos por la Policía y el Ejército.
Redacción / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. La marca indeleble de la dictadura se sigue extendiéndose en el territorio nacional, a su paso deja muerte, represión y angustia en la población que continuamente vive en zozobra. Ante las reiteradas violaciones de derechos fundamentales y garantías individuales por parte del Gobierno de facto que sin el más mínimo respeto a la ciudadanía, impone toques de queda que atentan no solo contra la libertad de locomoción sino también contra la economía del país, dejando enormes pérdidas y afectando en especial a las grandes mayorías.
El cierre de medios de comunicación, detenciones ilegales, asesinatos, y las continuas agresiones contra los simpatizantes del depuesto presidente, Manuel Zelaya, se ha convertido en el modelo gubernamental de los golpistas que sin tiento alguno reprimen en contubernio con las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional a los opositores del régimen.
A tres meses del golpe de Estado, el gobierno de facto en un claro desafío a la comunidad internacional, se negó a recibir la delegación de la Organización de Estados Americanos (OEA) que tenían la intención de preparar la misión de cancilleres que en días posteriores visitaría el país con el fin de encontrar la solución que lleve a poner punto final a la actual crisis política.
ASESINATOS
La escalada de muertes misteriosas se ha disparado en el país desde los primeros días de la dictadura que según el comité de Derechos Humanos (CODEH) que contabiliza más de 100.
Una de las principales características de estas ejecuciones es que la mayoría tienen algún vínculo con personas allegadas al movimiento de la Resistencia o son precisamente integrantes de la misma y se han dado durante los toques de queda evidenciando la responsabilidad de los promotores de la situación.
A diario se registra un centenar de personas heridas y brutalmente golpeadas por las fuerzas del orden quienes atentos al llamado de sus superiores reprimen a los manifestantes con bombas lacrimógenas y agresiones físicas y verbales para evitar sigan exigiendo el retorno de la democracia.
ATENTADOS
El mandatario defenestrado también ha sufrido en carne propia la violación de sus derechos por parte de los golpistas desde el momento en que se le impidió el ingreso a su país por lo que tuvo que utilizar medios alternos, sorprendiendo a las mismas autoridades e instalándose en la Embajada de Brasil donde se encuentra establecido.
Sin embargo los represores no descansan en su propósito y han incluso atentado contra la salud no solo del mandatario y sus acompañantes dentro de la sede diplomática, sino también contra los vecinos de la zona quienes han sido victimas de la emisión de gases tóxicos que les ha provocado repentinamente sangrados de nariz y sensación de asfixia, así como la irrupción de sonidos estridentes que afectan la tranquilidad de los habitantes.
La suspensión de servicios básicos como agua, energía y la interrupción de la telefonía móvil en el lugar, forman parte de los atropellos a los cuales se ha visto sometido el mandatario, sin embargo las autoridades de facto niegan todas estas situaciones a pesar de que el pueblo es testigo fiel de sus atrocidades.
CIERRE DE MEDIOS INFORMATIVOS
Canal 36 y Radio Globo fueron los primeros medios que han resultado afectados desde el primer día en que se llevó a cabo el derrocamiento de Zelaya protagonizado por militares, políticos y empresarios que en su afán de continuar controlando el poder defenestraron al presidente electo por posicionarse a favor del pueblo y en contra de sus intereses particulares.
En forma abrupta policías y militares cerraron las instalaciones de estos medios la madrugada de este 28 de septiembre y decomisaron parte del equipo de trabajo, precisamente cuando se cumplen tres meses del golpe.
Siguiendo con su ruta represiva, a través de un decreto legislativo han prohibido cualquier manifestación o reunión pública, cercenando de raíz el derecho a expresarse de la ciudadanía quien tampoco lo podrá hacer a través de los canales difusores que han sido clausurados en la capital por las fuerzas de seguridad.
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