jueves, 24 de julio de 2014

Rebelion. "Esto no puede continuar"



Carta abierta del doctor Mads Gilbert desde el hospital gazatí de Al-Shifa
"Esto no puede continuar"

The Independent

Traducido para Rebelión por LB.

La última noche fue extrema. La "invasión terrestre" de Gaza produjo decenas y furgones llenos de cuerpos mutilados, destrozados, sangrantes, temblorosos, agonizantes... Palestinos heridos de toda condición y edad, todos civiles, todos inocentes.

Los héroes de las ambulancias y de todos los hospitales de Gaza trabajan en turnos de entre 12 y 24 horas, demacrados por la fatiga y la inhumana carga de trabajo (y en Al-Shifa, sin cobrar su salario desde hace cuatro meses). Atienden, clasifican, tratan de comprender el incomprensible caos de cuerpos, tamaños, extremidades, de seres humanos que caminan y no caminan, que respiran y no respiran, que sangran y no sangran. ¡Seres humanos!

Personas que de nuevo están siendo tratadas como animales por "el ejército más moral del mundo" [sic!].

Los heridos me infunden un respeto infinito por su contenida determinación en medio del dolor, la agonía y el shock. Mi admiración por el personal y los voluntarios es ilimitada. Mi proximidad a la "sumud" [resiliencia] palestina me infunde fuerza, aunque a ratos solo quiero gritar, asirme fuertemente a alguien, llorar, oler la piel y el cabello del niño caliente empapado en sangre, protegernos a nosotros mismos en un abrazo interminable —pero no nos lo podemos permitir, ni tampoco ellos pueden.

Rostros cenicientos y grises. ¡Oh, no! ¡Otro cargamento de decenas de cuerpos mutilados y sanguinolentos no! Todavía hay lagos de sangre en el piso de la sala de urgencias, montones de vendas empapadas que chorrean sangre y aguardan a ser lavadas. Ah, los limpiadores, trabajan en todas partes restregando rápidamente la sangre y retirando los tejidos descartados, el pelo, la ropa, las cánulas —todo se retira… para tenerlo listo de nuevo y repetir todo la próxima vez. Más de 100 casos han llegado a Al-Shifa en las últimas 24 horas. Suficientes pacientes como para mantener atareado a un gran hospital bien preparado y dotado de todo lo necesario, pero aquí… aquí no tenemos casi nada: ni electricidad, ni agua, ni materiales desechables, ni medicamentos, ni mesas de quirófano, ni instrumentos, ni monitores… todo está oxidado y parece que lo han sacado de algún viejo museo hospitalario. Pero estos héroes no se quejan. Afrontan la tarea como guerreros, inmensos, decididos.

Y mientras escribo estas palabras para ti, solo, en una cama, me saltan las lágrimas, cálidas pero inútiles lágrimas de dolor y pena, de ira y de miedo. ¡Esto no está sucediendo!

Y luego la orquesta de la maquinaria de guerra israelí vuelve a comenzar su macabra sinfonía. Justo en este instante: las salvas de artillería de los barcos de la marina anclados frente a la costa, el rugido de los F-16, los repugnantes drones (en árabe “zennanis”, `colibríes’) y los Apaches. Todo construido en y pagado por los Estados Unidos.

Señor Obama: ¿tiene usted corazón? Le invito a pasar una noche —una sola noche— con nosotros en Al-Shifa. Estoy convencido al 100% de que eso haría cambiar el curso de la historia. Nadie con corazón y poder sería capaz de pasar una noche en Al-Shifa sin decidirse después a poner fin a la masacre del pueblo palestino.

Pero los crueles y los despiadados ya han hecho sus cálculos y ya han planificado otra dahyia —ataque a Gaza.

Los ríos de sangre seguirán fluyendo la próxima noche. Ya oigo cómo ajustan sus instrumentos de muerte.

Por favor. Hagan lo que puedan. Esto no puede continuar.



Fuente: http://www.independent.co.uk/news/world/middle-east/israelgaza-conflict-doctor-mads-gilbert-evokes-conditions-in-a-gaza-hospital-9617586.html  



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Rebelion. Carta abierta por el pueblo de Gaza

Carta abierta por el pueblo de Gaza

The Lancet

Traducción para Rebelión de Loles Oliván.

Somos médicos y científicos que dedicamos nuestra existencia a desarrollar medios para cuidar y proteger la salud y la vida. Somos asimismo personas con formación que junto al conocimiento y la práctica de nuestra profesión, educamos también sobre su ética. Todos hemos trabajado en Gaza y conocemos su situación desde hace años. Sobre la base de nuestra ética y nuestra praxis, denunciamos lo que estamos presenciando en la agresión a Gaza por parte de Israel.

Pedimos a nuestros colegas, profesionales jóvenes y mayores, que denuncien esta agresión israelí. Desafiamos la perversidad de una propaganda que justifica la creación de una situación de emergencia para enmascarar una masacre bajo la denominación de una “agresión defensiva”. En realidad se trata de un asalto implacable de duración, extensión e intensidad ilimitadas. Deseamos informar sobre los hechos según los vemos y de sus implicaciones en la vida de las personas.

Estamos consternados por el ataque militar contra los civiles de Gaza bajo el pretexto de castigar a terroristas. Este es el tercer asalto militar a gran escala contra Gaza desde 2008. Siempre, la cifra de muertos recae principalmente en gazíes inocentes, especialmente mujeres y niños, mediando el inaceptable pretexto israelí de pretender erradicar los partidos políticos y la resistencia a la ocupación y al asedio que el propio Israel impone.

Estas acciones aterrorizan por igual a quienes no les afectan directamente y mancilla el espíritu, la inteligencia y la capacidad de resistencia de las generaciones jóvenes. Nuestra condena y nuestra pesadumbre se ven agravadas ante la negativa y la prohibición de que Gaza reciba ayuda y provisiones del exterior para aliviar las terribles circunstancias.

El bloqueo de Gaza se ha endurecido aún más desde el año pasado, lo que ha recrudecido los estragos que acucian a la población gazí. En Gaza, la gente no solo sufre los bombardeos sino que padece hambre, sed, contaminación, escasez de medicamentos, electricidad, y falta de medios para obtener ingresos. La crisis energética, la escasez de gasolina, la carencia de agua y de alimentos, los escapes de las aguas residuales y los recursos cada vez más escasos son desastres causados directa e indirectamente por el bloqueo.[1] 

El pueblo de Gaza está resistiendo la agresión porque quiere una vida mejor y más normal y, aunque desolado, dolorido y aterrorizado, rechaza una tregua temporal que no ofrezca una verdadera oportunidad para un futuro mejor. Um Al-Ramlawi, una de las voces que se escuchan bajo los ataques, se expresa por todos los gazíes: “Nos matan de todas formas, con una muerte lenta, mediante el asedio, o con una muerte rápida, con ataques militares. No tenemos nada que perder, debemos luchar por nuestros derechos o morir en el intento”. [2]

Desde 2006, Gaza ha estado sometida al bloqueo por tierra, mar y aire. Cualquier individuo de de la Franja, incluidos los pescadores que se aventuran a faenar más allá de 3 millas de la costa, están expuestos a los disparos de la Marina israelí. Nadie de Gaza puede salir de allí por los dos únicos puestos de control de Erez, o Rafah, sin permiso de los israelíes y de los egipcios, permiso que a la mayoría les es difícil conseguir, si no imposible. Los gazíes no pueden ir al extranjero a estudiar, a trabajar, a visitar a sus familiares, o a hacer negocios. Los heridos y los enfermos no pueden salir fácilmente para obtener tratamiento especializado en el exterior. Las entradas de alimentos y medicinas a la Franja se han restringido y muchos productos básicos para la supervivencia están prohibidos. [3] Antes del presente ataque, los artículos médicos disponibles en Gaza ya estaban bajo mínimos debido al bloqueo. Ahora están agotados. Asimismo, Gaza no puede exportar sus productos. La agricultura se ha visto severamente afectada por la imposición de una zona de seguridad, y los productos agrícolas no pueden exportarse a causa del bloqueo. El 80% de la población de Gaza depende de cartillas alimentarias de la ONU.

Gran parte de los edificios y de la infraestructura de Gaza ya se destruyó durante la Operación Plomo Fundido de 2008-09, y los materiales de construcción están embargados por lo que las escuelas, los hogares y las instituciones no se pueden reconstruir de manera adecuada. Las fábricas destruidas por bombardeos previos rara vez se han reconstruido, lo que ha venido a sumar el desempleo a la indigencia.

A pesar de las difíciles condiciones, la población de Gaza y sus dirigentes políticos han mostrado recientemente su disposición a resolver sus conflictos “sin armas ni perjuicio” a través del proceso de reconciliación entre facciones, de la renuncia de su dirección a títulos y cargos para poder formar un gobierno de unidad y abolir las divisiones políticas que operan entre las facciones desde 2007. Aunque ha sido aceptada mayoritariamente en el seno de la comunidad internacional, Israel ha rechazado la reconciliación. Los ataques israelíes que se están llevando a cabo impiden esta oportunidad de unidad política entre Gaza y Cisjordania, y al destruir la vida de los habitantes de Gaza tienen como objetivo a una parte de la sociedad palestina. Bajo el pretexto de eliminar el terrorismo, Israel trata de destruir la incipiente unidad palestina. Entre otras mentiras, se afirma que los civiles de Gaza son rehenes de Hamas cuando lo cierto es que la Franja de Gaza está bajo el cerco de israelíes y egipcios.

Gaza ha sido bombardeada continuamente durante los últimos 14 días, seguidos ahora por la invasión terrestre de tanques y miles de soldados israelíes. Más de 60.000 civiles del norte de Gaza recibieron la orden de abandonar sus hogares. Estas personas desplazadas no tienen a dónde ir, pues el centro y el sur de la Franja están también sometidos a bombardeos de artillería pesada. Toda Gaza está siendo atacada. Los únicos refugios de la Franja son las escuelas de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA), refugios inciertos que ya fueron atacados durante la Operación Plomo Fundido y en los que muchas personas fueron asesinadas.

Según el Ministerio de Salud de Gaza y la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) [4], hasta el 21 de julio, 149 de los 558 muertos en Gaza y 1.100 de los 3.504 heridos son niños. Los que yacen enterrados bajo los escombros no se han contado todavía. Mientras escribimos, la BBC informa de que el bombardeo de otro hospital ha golpeado la unidad de cuidados intensivos y los quirófanos, matando a pacientes y a personal médico. Se teme ahora por el principal hospital As-Shifa. Por otra parte, la mayoría de la gente de Gaza está psicológicamente traumatizada. Toda persona mayor de 6 años ya ha vivido su tercer asalto militar por parte de Israel.

La masacre en Gaza no perdona a nadie: incluye a los discapacitados y a los enfermos de los hospitales; a los niños que juegan en la playa o en las azoteas. La gran mayoría no son combatientes. Se han atacado hospitales, clínicas, ambulancias, mezquitas, escuelas y edificios de prensa; miles de viviendas particulares están siendo bombardeadas con fuego directo con el objetivo de atacar a familias enteras y matarlas dentro de sus hogares, de privar a las familias de sus viviendas ahuyentándolas unos minutos antes de destruirlas. El 20 de julio se destruyó un barrio entero, lo que dejó a miles de desplazados sin hogar, además de causar cientos de heridos y de matar al menos a 70 personas. Esto va mucho más allá del propósito de encontrar túneles. Ninguna de estas infraestructuras son objetivos militares. Los ataques tienen como objetivo aterrorizar, lacerar el espíritu y el cuerpo de las personas, y hacer su vida imposible en el futuro, así como demoler sus casas y prohibir los medios para reconstruirlas.

[Israel] está utilizando armamento bien conocido por causar daños a largo plazo en la salud de toda la población; particularmente bombas de fragmentación y bombas pesadas. [5] Hemos sido testigos de la utilización indiscriminada de armamento dirigido contra niños y de cómo fallan constantemente en su precisión las llamadas armas inteligentes, a menos que estén siendo utilizadas deliberadamente para destruir vidas inocentes.

Denunciamos el mito propagado por Israel de que la agresión se hace desde la preocupación por salvaguardar las vidas de civiles y el bienestar de los niños.

El comportamiento de Israel insulta nuestra humanidad, nuestra inteligencia y nuestra dignidad, así como nuestra ética profesional y nuestra dedicación. Incluso quienes queremos ir para ayudar no podemos llegar a Gaza debido al bloqueo.

Hay que parar esta “agresión defensiva” de duración, extensión e intensidad ilimitadas.

Además, la nueva confirmación del uso de gas constituye inequívocamente un crimen de guerra por el cual, antes que nada, deberán aplicarse fuertes sanciones contra Israel de manera inmediata, cesando todo tipo de intercambio comercial así como los acuerdos de colaboración con Europa.

Mientras escribimos, se está informando de nuevas masacres y amenazas contra el personal médico de los servicios de urgencias, así como sobre la prohibición de entrada a los convoyes humanitarios internacionales. [6] En tanto que científicos y médicos no podemos guardar silencio mientras continúa este crimen contra la humanidad. Instamos a los lectores a que tampoco guarden silencio. Gaza, atrapada en estado de sitio, está siendo asesinada por una de las maquinarias militares modernas más grandes y sofisticadas del mundo. El suelo está envenenado por escombros de armamento, lo que tendrá severas consecuencias para las generaciones futuras. Si quienes podemos denunciarlo en voz alta no lo hacemos y no tomamos partido en contra de este crimen de guerra, nos convertimos igualmente en cómplices de la destrucción de las vidas y de los hogares de 1,8 millones de personas de Gaza.

Registramos con consternación que sólo el 5% de nuestros colegas académicos israelíes han firmado un llamamiento a su gobierno para que detenga la operación militar contra Gaza. Estamos tentados a concluir que con la excepción de este 5%, el resto de los académicos israelíes son cómplices de la masacre y de la destrucción de Gaza. También afirmamos la complicidad de nuestros países en Europa y en América del Norte en esta masacre y la impotencia, una vez más, de las instituciones y organizaciones internacionales para ponerle fin. 



*Paola Manduca, Iain Chalmers, Derek Summerfield, Mads Gilbert, Swee Ang, en nombre de 24 firmantes más.paolamanduca@gmail.com. Grupo de Investigación sobre nuevo armamento, Universidad de Génova, Génova, Italia (PM); James Lind Library, Oxford, Reino Unido (IC); Instituto de Psiquiatría del King College de Londres, Reino Unido (DS); Clínica de Medicina de Urgencias, Hospital Universitario del Norte de Noruega, Tromso, Noruega (MG); y Barts y el London Royal Hospital, Londres, Reino Unido (SA).

Notas:

1. Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Territorio palestino ocupado: Informe sobre situación de emergencia en Gaza (hasta el 21 de julio de 2014, 15.00 horas). http://www.ochaopt.org/documents/ocha_ opt_sitrep_22_07_2014.pdf

2. Webb-Pullman J.: Dignidad o muerte: no podemos rendirnos ahora. http://gaza.scoop.ps/2014/07/ dignity-or-death-we-cannot-give-up-now/

3. Gilbert M. Brief report to UNRWA: The Gaza Health Sector as of June 2014. http://www. unrwa.org/sites/default/files/final_report_-_ gaza_health_sector_june-july_2014_-_mads_ gilbert_2.pdf

4. Naim A, Al Dalies H, El Balawi M, et al.: Birth defects in Gaza: prevalence, types, familiarity and correlation with environmental factors. Int J Environ Res Public Health 2012; 9: 1732–47.

5. Manduca P, Naim A, Signoriello S: Asociación específica de teratógeno y metales tóxicos en el cabello de los recién nacidos con defectos congénitos o que desarrollan nacimientos prematuros en un grupo de estudio de parejas con exposición documentada de los progenitores a los ataques militares: estudio observacional en el Hospital As-Shifa, Gaza , Palestina. Int J Environ Res Public Health 2014; 11: 5208-23.

6. Agencia de Noticias Maan: 4 muertos, más de 50 heridos en el ataque de Israel contra el Hospital Al-Aqsa en Israel. http://www. maannews.net / eng / ViewDetails. aspx? ID = 715087.



Fuente: http://download.thelancet.com/flatcontentassets/pdfs/S0140673614610448.pdf 




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lunes, 3 de febrero de 2014

Piero Gleijeses Envía Carta a Obama, El 5 de Febrero por los Cinco

Comité Internacional por la Libertad 
de los 5 Cubanos 


5 de Febrero por los Cinco   
Autor y Profesor Piero Gleijeses Envía  
Carta a Obama 
 

Piero Gleijeses es profesor de Política Exterior de Estados Unidos en la Facultad de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins. Su libro más reciente es Visiones de Libertad: La Habana, Washington, Pretoria y la Lucha para el África Meridional, 1976-1991, Chapel Hill, 2013.  Es autor de El Ritmo Cubano: Cosmovisión de Castro, Seagull Books, 2009; Misiones Contradictorias: La Habana, Washington y África, 1959-1976. Chapel Hill, 2002; Esperanza Rota: La Revolución Guatemalteca y los Estados Unidos, 1944-1954, Princeton, 1992; La Crisis Dominicana: La Revuelta Constitucionalista de 1965 y la Intervención Americana. Baltimore, 1978 (edición revisada: La Esperanza Desgarrada: la Rebelión Dominicana de 1965 y la Invasión Norteamericana, República Dominicana, 2012). 


CARTA AL PRESIDENTE OBAMA
 
5 de Febrero, 2014

Señor presidente, 
            No le hablaré de los errores jurídicos del juicio contra los Cinco Cubanos. Estos errores son muy conocidos y otros han escrito sobre ellos. Los Cinco fueron condenados por un tribunal de opereta a largas penas a causa de los crímenes de Fidel Castro.
            ¿Cuáles son estos crímenes? 
            Por cierto, no tienen nada que ver con el estado de la democracia política en Cuba. Estados Unidos tiene muy buenas relaciones con el gobierno de Arabia Saudita y, como usted sabe, allá no existen libertades políticas; de hecho, ni siquiera hay libertad de religión y los derechos de las mujeres son severamente cercenados. 
            El crimen de Fidel Castro - por el cual los Cinco tienen que pagar - es evidente: él ha humillado a los Estados Unidos. Tal como lo dijo un ex-embajador británico en Cuba, Castro es "todavía un hueso metido en la garganta de los americanos. Ha desafiado y ridiculizado a la única superpotencia del mundo, y  eso no se le perdona."[1]
            ¿Donde es que los hermanos Castro desafiaron a los Estados Unidos? Uno de los lugares más importantes es África meridional.  Yo estoy seguro de que usted se dio cuenta de esto en su reciente viaje a Suráfrica cuando fue testigo del cariño con el cual el pueblo surafricano recibió a Raúl Castro. Y escuchó las palabras del presidente del Congreso Nacional Africano: "Ahora vamos a presentar a un líder que viene de una pequeña isla, de un pueblo que nos liberó, que luchó por nosotros... el pueblo de Cuba." 
            Sin embargo, cuando los cubanos luchaban por la liberación del pueblo de Suráfrica, sucesivos gobiernos americanos hacían todo lo posible para impedírselo.
            En octubre de 1975, los surafricanos, alentados por el gobierno de Gerald Ford, invadieron Angola para aplastar el Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA), de izquierda. Cuba reaccionó, enviando 36,000 soldados a Angola. Para abril de 1976, los cubanos habían empujado a los surafricanos fuera del territorio angolano.
            La victoria surafricana en Angola hubiera apretado la garra de la dominación blanca sobre los pueblos de África Austral. Fue un momento definitorio. Fidel Castro envió sus tropas a Angola por su compromiso con lo que él ha llamado "la causa más bonita de la humanidad,"[2] la lucha contra el apartheid. Como Kissinger observó más tarde, Castro "era probablemente el más genuino líder revolucionario entonces en el poder."[3]
            La ola desatada por la victoria cubana en Angola se  esparció sobre Suráfrica.  Mandela recordó más tarde, que se enteró de la victoria cubana en Angola mientras estaba encarcelado en Robben Island. "Yo me encontraba en prisión cuando por primera vez escuché de la ayuda  masiva que las fuerzas internacionalistas cubanas le estaban dando al pueblo de Angola. ... Nosotros en África estamos acostumbrados a ser víctimas de otros países que quieren desgajar nuestro territorio o subvertir nuestra  soberanía. En la historia africana no existe otro caso de un pueblo que se haya alzado en defensa de uno de los nuestros."[4]
            Esta victoria cubana sobre el apartheid significó una derrota y humillación para Estados Unidos. Enfurecido, el gobierno de Ford puso fin a las conversaciones que había estado llevando con Cuba para normalizar las relaciones.
            También el  presidente Carter dijo que no habría normalización de las relaciones hasta que Cuba sacara sus tropas de Angola - a pesar de que hasta la CIA reconocía que las tropas  cubanas eran "necesarias para preservar la independencia de Angola" contra la continua amenaza representada por Suráfrica.[5] En junio de 1980, los surafricanos lanzaron otra gran ofensiva, avanzando más de 100 millas dentro de Angola, parando solo a 30 millas al sur de la línea de defensa cubana que  protegía al país. El Consejo de Seguridad de la ONU respondió con una  resolución condenando duramente la invasión, y el representante de EE.UU. en el Consejo no escatimó palabras en su discurso criticando a Suráfrica. Sin embargo, cuando llegó el momento de votar se abstuvo porque la resolución incluía palabras que sugerían que si Suráfrica lanzaba otro ataque contra Angola el Consejo de Seguridad podría imponer sanciones contra ella.
            Estoy seguro, señor presidente, que usted puede apreciar  la ironía. Estados Unidos mantenía un gran número de tropas en Italia, Alemania Occidental y Turquía - países que en 1980 no enfrentaban ninguna amenaza militar inmediata de parte de la Unión Soviética, y sin embargo Jimmy Carter le negaba a los angolanos el derecho de tener tropas cubanas para proteger a su país de una muy real amenaza surafricana.
            Castro se negó a inclinarse a las exigencias de Carter  - es decir, sacrificó la posibilidad de normalizar las relaciones con Estados Unidos (y lograr el levantamiento del embargo) para proteger a Angola del régimen del apartheid.
            De 1981 a 1987, los surafricanos lanzaron por oleadas, invasiones en el sur de Angola, alentados por el amistoso gobierno de Reagan. La guerra estaba en un punto muerto hasta noviembre de 1987, cuando Fidel Castro decidió expulsar a los surafricanos fuera del país de una vez por todas. Su decisión fue provocada por el hecho de que el ejército surafricano había acorralado a las mejores unidades del ejército de Angola en una ciudad de la Angola meridional, Cuito Cuanavale.  Y esto fue posible porque Washington se estremecía en el escándalo de Irán-Contra. Antes de estallar el escándalo Irán-Contra a fines de 1986, que debilita y distrae al gobierno de Reagan, los cubanos temían que Estados Unidos podría lanzar un ataque contra su patria. Por lo tanto, no estaban dispuestos a agotar sus reservas de armas. Pero el Irán-Contra melló los colmillos de Reagan, y le permitió a Castro enviar a Angola los mejores aviones, pilotos y armas antiaéreas de Cuba. Su estrategia era romper la ofensiva sudafricana contra Cuito Cuanavale en el sureste y luego atacar por el suroeste, "como un boxeador que con la mano izquierda lo mantiene y con la derecha lo golpea."[6]
            El 23 de marzo de 1988, los surafricanos lanzaron el asalto de mayor envergadura contra Cuito Cuanavale. Fue un fracaso absoluto. El Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos señaló, "La guerra en Angola ha tenido un giro dramático y-- por lo que respecta a los surafricanos -- no deseado."[7]
            La mano izquierda de los cubanos había bloqueado el golpe de Suráfrica, mientras que su mano derecha se estaba preparando para noquearlo: poderosas columnas cubanas avanzaban hacia la frontera de Namibia, empujando a los sudafricanos al repliegue. Los MIG-23 cubanos comenzaron a volar sobre el norte de Namibia.
            Entre los soldados cubanos que avanzaron hacia la frontera con Namibia, iban dos jóvenes que hoy son conocidos en todo el mundo, Fernando González Llort y Gerardo Hernández Nordelo. Diez años atrás, René González Sehwerert también combatió en Angola. Estos tres hombres, junto a Ramón Labañino Salazar y Antonio Guerrero Rodríguez, son los cinco cubanos en defensa de quienes yo le estoy escribiendo.
            Documentos de Estados Unidos y de Suráfrica demuestran que los cubanos ganaron la ventaja en Angola. Los cubanos exigieron que Pretoria retirara incondicionalmente sus tropas de Angola y permitiera elecciones supervisadas por la ONU en Namibia. El Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos advirtió que si Sudáfrica se negaba, los cubanos tenían la capacidad "para lanzar una poderosa ofensiva en Namibia." Los surafricanos reconocieron su dilema: si se negaban a las demandas cubanas, corrían "el riesgo real de involucrarse en una guerra convencional a gran escala con los cubanos, cuyos resultados son potencialmente desastrosos." Las perspectivas de los generales surafricanos era sombría: "Debemos hacer todo lo posible para evitar una confrontación."[8]
            Pretoria capituló. Aceptó las demandas de los cubanos y se retiró incondicionalmente de Angola y aceptó elecciones supervisadas por la ONU en Namibia.
            La victoria cubana repercutió más allá de Namibia y Angola. En palabras de Nelson Mandela, la victoria cubana "destruyó el mito de la invencibilidad del opresor blanco... [y] sirvió de inspiración al pueblo combatiente de Suráfrica. ... Cuito Cuanavale marca el viraje en la lucha para librar al continente y a nuestro país del azote del apartheid."[9]                  
            Señor presidente, usted estuvo presente en el servicio fúnebre de Mandela, y  celebró su legado. Usted vio la reacción del pueblo surafricano hacia Raúl Castro y Cuba. Es cierto, que Cuba cambió el curso de la historia en África austral a pesar de los esfuerzos enconados de Washington para impedirlo. Al hacerlo, Cuba ofendió y provocó a los Estados Unidos - no solo a Ford y a Reagan sino también a Carter, autodefinido campeón de los derechos humanos. En la mente de los americanos, Cuba fue el agresor y Estados Unidos estuvo, como siempre, actuando con generosidad. Como lo ha señalado la historiadora estadounidense Nancy Mitchell, "nuestra memoria selectiva no solo sirve a un propósito, sino también tiene repercusiones. Crea un abismo entre nosotros y los cubanos: compartimos un pasado pero no tenemos recuerdos comunes."[10] 
           Ojalá, Señor presidente, lo que usted vio en Suráfrica pueda inspirarlo a vencer la brecha y entender que en este pleito entre los dos países, Estados Unidos no es la víctima y, que los Cinco Cubanos son, simplemente, presos políticos. 
 

Piero Gleijeses
 

     [1] Leycester Coltman, The Real Fidel Castro, New Haven, 2003, p. 289.
     [2]  "Indicaciones concretas del Comandante en Jefe que guiarán la actuación de la delegación cubana a las conversaciones en Luanda y las negociaciones en Londres (23-4-88)," p. 5, Centro de Información de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, La Habana.
     [3] Henry Kissinger, Years of Renewal, New York, 1999, p.785.
     [4] Nelson Mandela, 26 de julio de1991, Granma (La Habana), 27 de julio de 1991, p. 3.
     [5]  CIA, "Angola Cuba: Some Strains but No New Developments," 9 de abril de 1979, Central Intelligence Agency Records Search Tool, National Archives, College Park, MD.
     [6] "Transcripción sobre la reunión del Comandante en Jefe con la delegación de políticos de Africa del Sur (Comp. Slovo) efectuada en el MINFAR el 29.9.88," p. 16, Centro de informacion de las Ferzas Armadas Revolucionarias, La Habana.
     [7] US Joint Chiefs of Staff, 15 de abril de 1988, National Security Archive, Washington DC.
     [8] US Joint Chiefs of Staff, 28 de julio de 1988, ibid.; Mike Malone a A. Jacquet, en Jacquet a Pik Botha, 20 de julio de 1988, SWA/Angola, v. 2, Department of Foreign Affairs, Pretoria; General Jannie Geldenhuys,  "Samevatting van notas mbt SAW-operasies in Suid-Angola," 23 de agosto de 1988, H SAW, gr. 4, box 160, Department of Defence, Documentation Centre, Pretoria.
     [9] Nelson Mandela, 26 de julio de 1991, Granma, 27 de julio de 1991, p. 3.
     [10] Nancy Mitchell, "Remember the Myth," News and Observer (Raleigh), 1 de noviembre de. 1998, G5. 

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