jueves, 31 de marzo de 2011


Manifestación contra la guerra - Sevilla, domingo 3 de abril
Una plataforma unitaria convoca manifestación contra la guerra en Sevilla este domingo 3 de abril



APDHA – Andalucía Comunista - Bartolomé de las Casas - CEDESPAZ – CGT – CUT-BAI – Ecologistas en Acción - En Lucha – Izquierda Anticapitalista - Izquierda Unida LV-CA – Jaleo!!! - JCA – JIRA – Nación Andaluza – PCA – Plataforma de Solidaridad con Palestina – SAT – UCAR – UJCE

APOYAN: Casa de la Paz - Foro Social de Sevilla - Mujeres de Negro

No a la guerra

NO EN NUESTRO NOMBRE

SOLIDARIDAD CON LOS PUEBLOS

Las organizaciones y colectivos abajo firmantes queremos expresar a través de este comunicado nuestro más contundente rechazo a la aprobación, por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, de la zona de exclusión aérea en territorio libio, y nuestra apuesta por la paz y contra cualquier intervención militar extranjera en cualquier país. Saludamos las movilizaciones de los pueblos árabe y del Norte de África por los derechos sociales y las libertades democráticas y condenamos la represión violenta de los gobiernos contra manifestaciones pacíficas.

Denunciamos que los medios de comunicación corporativos han hecho un uso absolutamente intencionado de la información referente a los conflictos sucedidos en Libia, descontextualizando y manipulando descaradamente los hechos, con la finalidad de imponer en Occidente una visión deformada de este país, dejando el terreno ideológico bien preparado para justificar la intervención.

Condenamos de manera contundente la intervención militar en la que están participando varios estados, entre ellos España como uno de los promotores de la acción de guerra en la gestión de esta crisis, y denunciamos el doble rasero con que dichos estados justifican sus ataques bajo la excusa de la defensa de los derechos humanos de la población libia, cuando jamás han promovido la defensa de estos mismos derechos humanos para pueblos que están siendo sometidos a genocidios y que además la ONU ha reconocido en sus propias resoluciones, siendo los ejemplos más claros los pueblos saharaui y palestino. Pedimos el procesamiento de los líderes internacionales y en concreto de los diferentes gobiernos españoles que han consentido la venta de armas en el exterior.

No dudamos -y nos basamos en experiencias anteriores (Irak, Afganistán, etc)- al afirmar que estas intervenciones, muy lejos de buscar proteger a la población, tienen como único objetivo esquilmar los recursos naturales, petróleo y gas en el caso libio, y con este fin ya se están reuniendo los Ministros de Energía de los estados atacantes.

Denunciamos al Gobierno del Reino de España que utiliza las bases de Rota y Morón como enclaves esenciales de la OTAN para las operaciones militares de ataque contra otros pueblos, poniendo en riesgo a Andalucía. De nuevo se va a utilizar nuestra tierra, mediante las bases militares extranjeras, para llevar la muerte y la destrucción a otros países. El Pueblo Andaluz se enfrenta a una guerra sin que se nos haya consultado.

Entendemos que ha de ser el pueblo libio el único actor para decidir la conformación de su futuro como nación, y es el pueblo libio el que ha de resolver sus conflictos y no las potencias imperialistas extranjeras, cuyas intervenciones militares sólo se pueden traducir en más víctimas y en un empeoramiento de las condiciones de vida de la población. Exigimos políticas de Paz y de Desarme, políticas basadas en la cooperación económica, social y cultural entre los pueblos, así como respeto real y efectivo de los Derechos Humanos en todo el mundo. Los gastos militares para fines sociales.

Hacemos un llamamiento a la ciudadanía andaluza para que manifieste su rechazo a esta nueva agresión neo-colonial y la utilización para ello de las bases militares extranjeras en nuestro país.

PLATAFORMA CONTRA LA GUERRA
http://www.sindicatoandaluz.org/

viernes, 25 de marzo de 2011

Carta abierta a quien tenga conciencia en Occidente Os deseo Egipto…

Carta abierta a quien tenga conciencia en Occidente
Os deseo Egipto…

Omar Barghouti
CounterPunch

Traducción para Rebelión de Loles Oliván


Os deseo Egipto…

Os deseo capacidad para que resistáis, para que luchéis por la justicia social y la justicia económica, para que os ganéis vuestra verdadera libertad y la igualdad de derechos.

Os deseo voluntad y habilidad para que salgáis de los muros de vuestra prisión con tanto esmero camuflada. Mirad, en nuestra parte del mundo, los muros de las prisiones y sus macizas puertas inviolables son demasiado manifiestos, obvios, avasalladores, asfixiantes, por eso seguimos inquietos, rebeldes, soliviantados, siempre preparándonos para nuestro día de libertad, de luz, cuando reunamos una masa crítica de poder popular suficiente como para cruzar todas las hasta ahora inquebrantables líneas rojas. Entonces es cuando podemos romper las gruesas, frías y odiosas cadenas oxidadas que han encarcelado nuestras mentes y cuerpos de por vida como el penetrante hedor de un cadáver pudriéndose en la celda claustrofóbica de nuestra prisión.

Las celdas de vuestra cárcel, sin embargo, son muy diferentes. Los muros están bien escondidos no sea que os evoquen la voluntad de resistir. No hay puerta en las celdas de vuestra prisión: podéis desplazaros “libremente” sin que reconozcáis jamás la cárcel mayor en la que seguís confinados.

Os deseo Egipto para que podáis descolonizar vuestras mentes, porque sólo entonces podréis imaginar la verdadera libertad, la verdadera justicia, la verdadera igualdad y la verdadera dignidad.

Os deseo Egipto para que podáis hacer trizas la papeleta con la pregunta de opción múltiple: “¿qué queréis?”, porque todas las respuestas que se os dan son malas. Allí vuestra única opción parece estar entre el mal y el mal menor.

Os deseo Egipto para que podáis, como los tunecinos, los egipcios, los libios, los bahreiníes, los yemeníes, y ciertamente los palestinos, gritar: “¡No! No queremos elegir la respuesta menos mala. Queremos otra opción que no está en vuestra maldita lista”. Si se da a elegir entre la esclavitud y la muerte, nosotros, de manera inequívoca, optamos por la libertad y por una vida digna, no por la esclavitud y la muerte.

Os deseo Egipto para que podáis colectiva, democrática, y responsablemente reconstruir vuestras sociedades, para que restauréis las leyes a fin de que estén al servicio del pueblo, no del capital salvaje y de su ejército de bancos; para que acabéis con el racismo y con todo tipo de discriminación; para que cuidéis y estéis en armonía con el medio ambiente; para que recortéis las guerras y los crímenes de guerra y no los puestos de trabajo, las prestaciones sociales y los servicios públicos; para que invirtáis en educación y en salud, no en los combustibles fósiles ni en investigación armamentista; para que derroquéis al gobierno tirano y opresor de las multinacionales, y para que saquéis el infierno de Afganistán, de Iraq, y de todas partes donde bajo el pretexto de “difundir la democracia” vuestros moralmente superiores cruzados han esparcido la desintegración social y cultural, la pobreza abyecta y la desesperanza absoluta.

Os deseo Egipto para que podáis reavivar el espíritu de la lucha sudafricana contra el apartheid haciendo que Israel cumpla con el derecho internacional y los principios universales de los derechos humanos; adoptando [la campaña de] Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) reclamada por una abrumadora mayoría de la sociedad civil palestina. No hay otra forma no violenta ni más eficaz para que Israel ponga fin a la ocupación, a la discriminación racial y a las décadas de negación del derecho al retorno de los refugiados sancionado por Naciones Unidas.

Os deseo Egipto para que podáis cumplir las obligaciones legales y morales de vuestros países ayudando a reconstruir las violadas y des-desarrolladas economías y sociedades de vuestras antiguas —o actuales— colonias, para que sus jóvenes puedan encontrar su propia patria viable, vivible y amable de nuevo, en lugar de arriesgarse a morir en alta mar —o algo peor— para llegar al espejismo de vuestras costas renunciando a sus seres queridos y a un lugar que alguna vez llamaron hogar. Ya veis, ellos están “aquí” porque vosotros fuisteis “allí”... y todos sabemos lo que hicisteis allí…

Nuestra opresión y la vuestra están profundamente interrelacionadas y entrelazadas —esto no es un juego de suma cero. Nuestro combate colectivo por los derechos universales y las libertades no es sólo una consigna auto gratificante a elevar, sino más bien una lucha por la verdadera emancipación y la autodeterminación, una idea cuyo momento acaba de llegar estrepitosamente.

Después de Egipto, nos toca a nosotros. Es la hora de la liberación y la justicia para Palestina. Es hora de que todos los pueblos de este mundo, en particular los más explotados y oprimidos, reafirmemos nuestra común humanidad y recuperemos el control sobre nuestro destino común.

Os deseo Egipto…

*Omar Barghouti, palestino, es activista por los derechos humanos, ex residente de Egipto, y autor de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS): La lucha mundial por los derechos palestinos (Haymarket, 2011)

Este texto ha sido modificado respecto a su versión inicial.

Fuente: http://www.counterpunch.org/barghouti03232011.html

lunes, 21 de marzo de 2011

¡Por favor, nunca sean humanitarios conmigo!

¡Por favor, nunca sean humanitarios conmigo!
Lunes, 21 de Marzo de 2011 10:21 inSurGente.org Estado Español - Política


(Una reflexión de la escritora Sara Rosenberg para inSurGente).- Para atacar a Irak mintieron sobre la existencia de armas químicas, lanzaron sus bombas implacables y hoy es un país destruido, con cientos de miles de muertos y una miseria atroz. En Libia mienten nuevamente cuando no escuchan los llamados de alto al fuego. El gobierno libio ofreció diálogo, un alto al fuego y pidió que intervengan observadores imparciales en Bengasi, para constatar lo que estaba sucediendo. Pero nada, absolutamente nada ha servido, una vez que los señores de la guerra decidieron que es más rentable la invasión que la paz. Porque ya habían decidido antes armar a los que enseguida los medios bautizaron como “rebeldes”, cuando siempre llaman terroristas a quienes protestan .

¿Pero por que, pregunta una ciudadana atónita, no “ayudan” nunca a los rebeldes de Bahreim, de Yemen, de Palestina, de Colombia, de tantos países en los que verdaderas dictaduras se abaten? Es extraño, y me llena de dudas.

Son sus guerras pero no las nuestras. De eso no me cabe duda.

Ningún ciudadano decente aceptaría la cuota de la muerte que nos están imponiendo.

Gobiernos como los nuestros, que mienten y están corrompidos de arriba abajo, no merecen la confianza de nadie. Y menos la confianza a la que apelan en nombre de “democracias” que no son ningún modelo de democracia para ningún pueblo con dos dedos de frente. Democracias de los oligarcas, los cortesanos y las plañideras parlamentarias sentadas en sillones balbuceando respuestas a crisis inventadas para la ganancia de los bancos a los que solventamos. Nunca los bancos han ganado tanto dinero como en estos años de superexplotación de los trabajadores. Hipotecas que son un robo a mano armada. Vaciamiento de presupuestos sociales acaparados por las maffias autonómicas. Leyes laborales injustas y privatizaciones constantes de la salud, la educación, y de todos los derechos sociales por los que tantos lucharon antes de nosotros. O acaso son capaces de gobernar –cualquiera de los dos partidos que se alternan en este ping-pon siniestro- sin la corrupción constante como soporte, sin el desastre económico producido por la concentración de la riqueza cada vez en menos manos.

Ese es el sistema democrático en el que vivimos. A la hora de invertir no lo hacen en crear trabajo y condiciones sociales dignas sino en guerras que sólo enriquecerán a los dueños de las grandes empresas petroleras, a las que seguiremos pagando cada día más caras la gasolina, la luz y el gas para nuestras casas. ¿O no ha sido y es así?

Yo no quiero ser humanitaria ni que nadie lo sea conmigo ni con la gente de mi ciudad y mi barrio.

No nos engañen con sus discursos morales. Actúan con la más absoluta inmoralidad y hay que mirar de frente los problemas de esta crisis de acumulación capitalista, que pesa por la pérdida del derecho básico al trabajo y en las facturas mensuales.

La guerra, el gasto bélico, el enorme gasto humano en vidas, no sólo profundizarán la crisis sino que les darán más armas para seguir saqueando aquellos recursos naturales que son incapaces de producir en sus propios países. Los gobiernos no son más que gerentes de las grandes empresas. Y las empresas necesitan mano de obra barata y precios altos en los productos esenciales. ¿O no ha sido y es así?

Es el momento de reflexionar sobre nuestra propia forma de vida. Japón lo está mostrando con toda claridad. Desastres nucleares anunciados, desastres que son el resultado de una sistema basado sólo en la ley de la máxima ganancia para unos pocos.

Pero nos necesitan como rebaño, ese rebaño confundido por una información perversa que impide pensar. Confuso rebaño, obediente rebaño. Acostumbrado a obedecer para no perder las migajas que caen de la mesa del amo, cuando el amo quiere y no por derecho. ¿Esta es nuestra democracia? ¿Esto es lo que pretendemos enseñar a los pueblos que sufren la doble explotación del saqueo y de la guerra? ¿Esos señores van a “liberar” a los pueblos de dictadores con los que han estado haciendo buenos y suculentos negocios hasta ayer?

Son incapaces en sus propios países, son incapaces de organizar una economía independiente de los recursos naturales que van a saquear en estas guerras. Se baten con nuestros jóvenes cuando ocupan una casa, se baten contra los trabajadores que exigen derecho al trabajo, pero son absolutamente incapaces de crear fuentes de trabajo, porque sólo quieren grandes dividendos, empresas guerreras que den grandes dividendos para muy pocos, y que no bajarán los precios de nuestras facturas aunque ganen más gracias al crimen.

Son incapaces además de decir la verdad y de jugar con limpieza las cartas de la paz, las únicas que nos interesan a los que no tenemos nada que perder.

Utilizan discursos viciados , mentiras terribles , y esas mentiras se abaten como verdades sobre una ciudadanía que no quiere verse implicada en esta nueva guerra, en esta nueva masacre de la población civil de otro país. Una más.

La iglesia calla y concede. La intelectualidad arrimada –por no decir engordada a la sombra de- al poder habla de “mal menor”.

Pero nosotros, ciudadanos de a pie, precarizados por el capital, desorganizados por que los sindicatos se han aliado a las patronales una y otra vez, porque los partidos políticos no saben hacer más que discursos parlamentarios almidonados, nosotros ciudadanos de este país, no queremos petróleo manchado de sangre. No queremos esa guerra y nos oponemos a ella, porque sabemos que es un negocio siniestro de los mismos que nos explotan y nos roban día tras día.

Cada pueblo es soberano y debe encontrar su camino. Ninguna invasión se justifica. Ni se puede sostener moral ni jurídicamente.

¿Qué pasaría si una provincia, una región, un grupo humano decidiera separarse del gobierno central de España? ¿Si ese grupo hubiera sido armado por intereses coloniales, porque debajo de su tierra hay mucho petróleo, o carbón o lo que fuera? Supongamos, juguemos a suponer. Obama, Sarkozy y otros, apoyados en el circo show llamado ONU-OTAN, tendrían el derecho a bombardear todo el territorio nacional, -empezarían por Madrid con unas toneladas de esos bonitos misiles nocturnos- para quedarse con esa provincia, región o país rico en minerales y en recursos estratégicos? Estoy suponiendo. Estoy pensando en igualdad de condiciones. Estoy pensando en los que es o no es justo según la legalidad internacional. No se pueden violar las leyes afuera y pretender que no se haga lo mismo con nosotros. No se puede romper así la legalidad internacional.

¿Qué hace el émulo de los cowboys, el petiso del Elyseo sacando ese pecho de pavo viejo?

¿Qué hace la ceja que prometió no más guerras después del 11-M?

¿Qué hace el negro blanco que prometió cambios y paz y salud y educación. Qué hace con Guantámo y con Nueva Orleans, y con sus 40. millones de precarizados ciudadanos en paro? Cada uno de sus aviones y sus misiles podrían servir para dar de comer a mucha gente, abrir empresas cooperativas de alimentos, mejorar la salud, sembrar la tierra, cambiar las energías nucleares por energías saludables. ¿Pero quien manda? Los señores de las empresas de la guerra.

Ninguno sirve para nada. Del color que sean, son todos simples gerentes de la empresa de la guerra, que es la empresa de la muerte, un monopolio que nos destruye, nos hace cómplices de un crimen, ese si humano, más que humano y no humanitario, esa palabreja mezquina, ese eufemismo odioso con el que nombran a los bombardeos de civiles desarmados.